Cerrar

¿Es la IA un sustituto, una amenaza o un aliado para los bibliotecarios especializados?

Hasta ahora, diseñar una estrategia de búsqueda sólida, localizar estudios relevantes y manejar cientos de referencias era un trabajo artesanal, intensivo en tiempo y dependiente por completo de la experiencia humana. Sin embargo, la integración de modelos de lenguaje generativo en los procesos de revisión sistemática está modificando de manera sustancial la fase de búsqueda y recuperación de información.

La clave está en entender qué puede hacer cada uno y cómo combinar sus fortalezas para obtener búsquedas más robustas, eficientes y reproducibles en un contexto donde la calidad de la evidencia importa más que nunca.

Tareas en las que puede intervenir la IA

La aportación de la IA no reside únicamente en la aceleración de tareas, sino en la capacidad de ampliar, diversificar y estructurar el acceso a la literatura científica, amplificando los procedimientos manuales.

  • Generación rápida y exhaustiva de términos de búsqueda. Los modelos de IA generativa son capaces de recopilar términos de miles de textos y, a partir de ahí, sugieren sinónimos, acrónimos y variantes de un mismo concepto. En otras palabras, ayudan a descubrir términos relevantes que, de otro modo, podrían pasarse por alto. Esta capacidad resulta especialmente útil en áreas emergentes o interdisciplinarias, donde la terminología aún no está normalizada y la literatura se dispersa en múltiples dominios temáticos.
  • Aumento de la sensibilidad/exhaustividad (recall) de la búsqueda. Estas herramientas son capaces de producir una primera estrategia de búsqueda con elevada sensibilidad, es decir, muy amplia, recuperando muchísimos resultados. Es verdad que luego hay que limpiarlos y depurarlos, pero esa “primera cosecha” sirve como una base sólida sobre la que seguir afinando la estrategia, añadir filtros y ajustar los términos. En este sentido, la IA funciona como un acelerador: te ayuda a arrancar rápido con un punto de partida fuerte, aunque siempre hace falta la mirada experta del bibliotecario para asegurar que todo tenga sentido y calidad.
  • Generación de búsquedas booleanas para distintas bases de datos/plataformas. Uno de los avances más visibles es la capacidad de la IA para traducir una estrategia conceptual en consultas operativas adaptadas a la sintaxis de cada proveedor: Ovid MEDLINE, Embase.com, Scopus, Web of Science, CINAHL (EBSCO, Ovid, …), PsycINFO (Proquest, EBSCO, …), entre otros. Esto incluye la aplicación correcta de campos de búsqueda, operadores de proximidad, truncamientos, tesauros controlados y peculiaridades funcionales de cada motor. Esta precisión reduce errores, evita pérdidas de sensibilidad y mejora la reproducibilidad del proceso.

Ventajas/Oportunidades del uso de la IA

  • Fase de búsqueda inicial más exhaustiva: La IA puede generar en pocos segundos un abanico enorme de términos, sinónimos y palabras clave relacionadas con un tema. Esto resulta especialmente útil cuando nos enfrentamos a un campo nuevo o del que sabemos poco: la herramienta propone conceptos que quizá no habríamos considerado y evita que la estrategia de búsqueda se quede corta.
  • Más referencias desde el principio: Las herramientas de IA suelen recuperar mucho más. Su forma de interpretar las palabras clave es más amplia que la nuestra, lo que se traduce en un volumen mayor de resultados. Luego tocará depurarlos, sí, pero arrancar con una red más grande ayuda a no dejar estudios relevantes fuera.
  • Menos tiempo perdido al adaptar estrategias entre bases de datos: Pasar una estrategia de búsqueda de MEDLINE (PubMed u OVID) a Embase.com, Scopus o WoS es un trabajo pesado, repetitivo y lleno de pequeños detalles que es fácil olvidar. La IA puede hacerlo automáticamente, respetando sintaxis, operadores booleanos y campos correctos en cada plataforma. En la práctica, esto supone menos errores y muchas horas ahorradas.
  • Orden y lógica en los términos: Además de reunir términos útiles, la IA es capaz de agruparlos por categorías o temas. No solo te dice qué palabras usar, sino que te ayuda a entender cómo se relacionan entre sí, lo que facilita estructurar la búsqueda con sentido.

Inconvenientes y retos del uso de IA en las revisiones sistemáticas

  • Mucho volumen, poca precisión: Que la IA recupere cientos o miles de referencias puede parecer una ventaja, pero tiene trampa: no distingue bien lo relevante de lo accesorio. Esto obliga a dedicar tiempo extra a revisar y descartar estudios que no encajan con la pregunta de investigación. En cambio, una estrategia elaborada por un bibliotecario suele ser más ajustada desde el principio, porque está pensada para responder a criterios concretos y no para abarcar “todo lo que pueda sonar parecido”.
  • La experiencia humana sigue siendo irremplazable: La IA propone muchos términos, sí, pero no sabe cuándo un matiz importa. Afinar la estrategia de búsqueda, elegir el descriptor correcto o decidir si un término aporta ruido o información útil sigue siendo territorio humano. Las listas generadas por la IA necesitan ser revisadas, depuradas y enriquecidas por alguien que entienda el contexto, las particularidades del tema y las implicaciones metodológicas.
  • Limitaciones de acceso a bases de datos suscritas: Hoy por hoy, la mayoría de modelos de IA no pueden entrar en bases de datos científicas de pago. Esto significa que no pueden comprobar en tiempo real qué términos están indexados, qué descriptores existen o cómo se estructura un determinado tesauro especializado.
  • No puede moverse por tesauros especializados: Al no tener acceso a bases como EMBASE, CINAHL o PsycINFO, la IA no es capaz de navegar por sus tesauros y proponer descriptores correctos. Este es un punto crítico porque las estrategias de búsqueda más sólidas combinan términos libres con términos controlados, y esa fineza todavía no está al alcance de las herramientas generativas.
  • No descarga ni extrae referencias: Otra limitación importante es que la IA no puede descargar los resultados de la búsqueda ni gestionarlos en un gestor bibliográfico. Sigue siendo necesario pasar por las plataformas originales para obtener los registros y preparar la deduplicación o el cribado.
  • Siempre necesita supervisión: El uso de IA no elimina la figura del bibliotecario experto ni del equipo de revisión. Más bien cambia su papel: deja de ser quien hace cada paso manualmente para convertirse en quien valida, corrige y toma decisiones informadas. Sin esa supervisión, la IA puede generar estrategias amplias, pero no necesariamente adecuadas.

Un modelo sinérgico: IA + bibliotecario

El futuro inmediato no pasa por elegir entre inteligencia artificial o bibliotecario especializado, sino por combinarlos teniendo en cuenta las fortalezas y limitaciones de cada uno de ellos. Cada uno aporta algo diferente y, cuando trabajan juntos, el proceso de búsqueda y revisión gana en velocidad, alcance y rigor.

¿Cuál sería el rol de la IA?
La IA es especialmente útil en las primeras fases del trabajo. Su fortaleza está en generar cantidad: propone términos, sugiere combinaciones, construye borradores de estrategias de búsqueda y automatiza tareas tediosas como adaptar consultas entre plataformas o expandir sinónimos. Es rápida y eficiente para mover grandes volúmenes de información.

¿Qué aporta el bibliotecario?
El bibliotecario, por su parte, aporta calidad. No solo afina la terminología y valida los conceptos relevantes, sino que es quien domina el uso de tesauros, entiende la lógica de indexación de cada base de datos y detecta inconsistencias que la IA no ve. Además, garantiza el rigor metodológico: sabe cuándo un término es demasiado amplio, cuándo un operador puede distorsionar la pregunta de investigación y cómo documentar correctamente una estrategia reproducible.

En resumen (recuerda las pautas RAISE) …

  • La IA debe usarse como compañera de los humanos, no como sustituta.
  • Tú eres, en última instancia, responsable de su síntesis de la evidencia, incluida la decisión de usar IA y de garantizar la adhesión a las normas legales y éticas.
  • Usa la IA siempre que no comprometas el rigor metodológico ni la integridad de la síntesis.
  • Debes de informar de forma completa y trasparente del uso de cualquier IA que emita o sugiera juicios.

Evitar sesgos en la búsqueda bibliográfica: claves para revisiones rigurosas

La base de toda revisión sistemática y otros estudios de síntesis sólidos es una búsqueda de evidencia cuidadosamente diseñada y rigurosamente ejecutada (1). En la búsqueda bibliográfica cómo se busca, dónde se busca y quién diseña la estrategia son factores que pueden marcar una diferencia crítica en la calidad de la evidencia recopilada.

En dos entradas anteriores de este blog de título «Sesgo de publicación y sesgos relacionados» (2) y «Sesgos en la localización de estudios para una revisión sistemática» (3) ya tratamos el tema de los sesgos. Ahora veremos los principales tipos de sesgos del proceso de búsqueda y cómo minimizarlos.

¿Qué sesgos pueden aparecer?

En el proceso de búsqueda pueden surgir dos tipos principales de sesgos:

Sesgo de identificación: aparece cuando no se localizan estudios relevantes, a menudo porque la estrategia de búsqueda no es suficientemente sensible o porque no se han explorado todas las fuentes pertinentes. Este tipo de sesgo es especialmente problemático en revisiones sistemáticas que sirven de base para tomar decisiones clínicas, ya que puede comprometer la validez de los resultados.

Sesgo de diseminación (o de publicación): se produce cuando los resultados de un estudio influyen en su probabilidad de ser publicados. Por ejemplo, los estudios con resultados positivos tienen más probabilidades de publicarse, de hacerlo en inglés, con mayor rapidez o de recibir más citas. Este fenómeno puede distorsionar la percepción de la eficacia de una intervención.

¿Cómo reducir estos sesgos?

  1. Diseñar una estrategia de búsqueda rigurosa, con la colaboración de un especialista en información. Idealmente, esta estrategia debe ser revisada por pares antes de ser ejecutada (1,4-6). La participación de bibliotecarios especializados en ciencias de la salud en revisiones sistemáticas no es un añadido opcional, sino una práctica recomendada por las principales guías metodológicas (7-9) y respaldada por la evidencia científica (10-11).
  2. Utilizar múltiples bases de datos bibliográficas. Se recomienda un mínimo de dos para revisiones sistemáticas, pero también se debe justificar su elección. Según el Cochrane Handbook, el objetivo de las búsquedas es identificar todos los estudios relevantes disponibles, lo que requiere desarrollar estrategias lo más sensibles posibles, sin perder de vista la pertinencia de los resultados (7). Debemos hacer balance entre la precisión y exhaustividad pero teniendo en cuenta que el objetivo de una búsqueda para una RS es identificar todos los estudios pertinentes (maximizar la sensibilidad pero con una precisión razonable). Una de las cuestiones más complicadas es cuando dar por finalizada la búsqueda. En este equilibrio entre amplitud y relevancia, la experiencia del bibliotecario resulta fundamental.
  3. Ampliar la búsqueda más allá de las bases de datos. La inclusión de fuentes como motores de búsqueda, registros de ensayos clínicos, literatura gris, búsqueda complementaria de citas (forward y backward) y el contacto con expertos puede ser clave para identificar estudios que de otro modo pasarían desapercibidos.
  4. Incluir estudios no publicados. Dado que una parte significativa de los estudios completados no se publican (12), buscarlos activamente en registros, literatura gris o sitios web especializados contribuye a mitigar el sesgo de publicación (13).
Tipo de sesgoDescripciónEstrategias para minimizarlo
Sesgo de identificaciónNo se recuperan todos los estudios relevantes.Diseñar una estrategia exhaustiva con ayuda de un bibliotecario experto
Usar ≥2 bases de datos
Evitar el uso uso de filtros/límites
Ampliar con búsquedas complementarias
Sesgo de publicación o diseminaciónSolo se publican ciertos tipos de resultados, como los positivos.Buscar literatura gris
Consultar registros de ensayos clínicos
Contactar expertos
Incluir estudios no publicados

Un dato revelador

Greenhalgh y Peacock (14) encontraron que solo el 25% de los artículos incluidos en su revisión fueron recuperados a través de bases de datos electrónicas. El resto provino de rastrear citas, conocimiento personal, contactos o búsqueda manual.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Metzendorf MI, Featherstone RM. Ensuring quality as the basis of evidence synthesis: leveraging information specialists’ knowledge, skills, and expertise. Cochrane Database of Systematic Reviews 2018, Issue 9. Art. No.: ED000125. doi: 10.1002/14651858.ED000125.
  2. Campos-Asensio C. Sesgo de publicación y sesgos relacionados. 2023. Available from: https://bibliogetafe.com/2023/11/09/sesgo-de-publicacion-y-sesgos-relacionados/ [Last accessed: 6/23/2025].
  3. Campos-Asensio C. Sesgos en la localización de estudios para una revisión sistemática. 2021. Available from: https://bibliogetafe.com/2021/05/17/sesgos-en-la-localizacion-de-estudios-para-una-revision-sistematica/ [Last accessed: 6/23/2025].
  4. McGowan J, Sampson M. Systematic reviews need systematic searchers. JMLA 2005;93(1):74–80.
  5. Rethlefsen ML, Farrell AM, Osterhaus Trzasko LC, Brigham TJ. Librarian co‐authors correlated with higher quality reported search strategies in general internal medicine systematic reviews. Journal of Clinical Epidemiology2015;68(6):617–26. doi: 10.1016/j.jclinepi.2014.11.025
  6. McGowan J. Sampson M, Salzwedel DM, Cogo E, Foerster V, Lefebvre C. PRESS peer review of electronic search strategies: 2015 guideline statement. J Clin Epidemiol. 2016.75:40–46. doi: 10.1016/j.jclinepi.2016.01.021
  7. Lefebvre C, Manheimer E, Glanville J. Chapter 6: Searching for studies. In: Higgins JPT, Green S. (Editors). Cochrane handbook for systematic reviews of interventions version 5.1.0. Updated March 2011. Accessed July 27, 2022. https://handbook-5-1.cochrane.org/chapter_6/6_searching_for_studies.htm
  8. Aromataris E, Munn Z. Chapter 1: JBI systematic reviews. In: Aromataris E, Munn Z (Editors). In: JBI Manual for Evidence Synthesis. JBI; 2020. Accessed July 27, 2022. https://jbi-global-wiki.refined.site/space/MANUAL 
  9. Kugley S, Wade A, Thomas J, et al. Searching for studies: a guide to information retrieval for Campbell Systematic Reviews. Oslo: The Campbell Collaboration; 2017. Accessed July 27, 2022. doi: 10.4073/cmg.2016.1
  10. Rethlefsen ML, Murad MH, Livingston EH. Engaging medical librarians to improve the quality of review articles. JAMA. 2014;312(10):999-1000. doi:10.1001/jama.2014.9263
  11. Kirtley S. Increasing value and reducing waste in biomedical research: librarians are listening and are part of the answer. Lancet. 2016;387(10028):1601. doi:10.1016/S0140-6736(16)30241-0
  12. Campos-Asensio C. ¿Sabes cuantos ensayos clínicos que empiezan y llegan a terminarse nunca se publican? 2021. Disponible en: https://bibliogetafe.com/2021/04/12/sabes-cuantos-ensayos-clinicos-que-empiezan-y-llegan-a-terminarse-nunca-se-publican/ [Last accessed: 6/23/2025].
  13. Hong QN, Brunton G. Helping Trainees Understand the Strategies to Minimize Errors and Biases in Systematic Review Approaches. Educ Information. 2025;41(3):161–175; doi: 10.1177/01678329251323445.
  14. Greenhalgh, T., & Peacock, R. (2005). Effectiveness and efficiency of search methods in systematic reviews of complex evidence: Audit of primary sources. BMJ. 2005:331(7524), 1064–1065. doi: 10.1136/bmj.38636.593461.68

Curso de acogida de residentes 2025: la alfabetización informacional en la era de la inteligencia artificial

El pasado 10 de junio participé, como cada año, en el curso de acogida y bienvenida a los nuevos residentes del Hospital Universitario de Getafe. Esta intervención, centrada tradicionalmente en los fundamentos de la búsqueda bibliográfica y los recursos de la biblioteca, ha ido evolucionando en los últimos años para dar cabida a los profundos cambios que la inteligencia artificial (IA) está generando en los procesos de búsqueda de información científica.

Les presenté el funcionamiento de la Biblioteca Virtual, un recurso esencial para el acceso a la información científica de calidad. Les mostré cómo registrarse correctamente en el portal para poder acceder, desde cualquier dispositivo y ubicación, a una amplia colección de bases de datos especializadas, revistas científicas, libros electrónicos y otros recursos suscritos por la red sanitaria pública. Hicimos especial hincapié en la importancia de utilizar estas fuentes institucionales frente a buscadores generalistas, y en cómo aprovechar al máximo los servicios disponibles para apoyar tanto la práctica clínica como sus actividades formativas e investigadoras.

En la edición de 2024, la IA ocupó aproximadamente un tercio del contenido. Este año, sin embargo, ha constituido ya la mitad de mi presentación, reflejo de su creciente relevancia tanto en la práctica clínica como en el proceso de aprendizaje e investigación de nuestros profesionales en formación.

Los propios residentes reconocieron utilizar con frecuencia herramientas de IA generativa —principalmente modelos como ChatGPT— para resolver dudas clínicas, localizar información rápida o redactar textos. Esta admisión evidencia una realidad incuestionable: la IA ya forma parte del entorno de trabajo cotidiano del personal sanitario. Sin embargo, también pone de manifiesto una necesidad urgente: formar a los nuevos profesionales en el uso crítico, seguro y eficaz de estas herramientas.

Durante la sesión, abordamos conceptos esenciales para entender la búsqueda de información basada en evidencia, desde el triángulo de la búsqueda eficiente hasta la jerarquía de las fuentes. En este contexto, presenté el papel complementario —que no sustitutivo— de la inteligencia artificial en la búsqueda bibliográfica. Se mostraron ejemplos concretos de herramientas de IA aplicadas a distintas fases del proceso: desde asistentes conversacionales como ChatGPT o Claude, hasta motores de síntesis como Elicit, y plataformas de análisis de citaciones como Scite.

Subrayé especialmente los riesgos de desinformación y sesgos si se emplean estas herramientas sin una evaluación humana crítica, y proporcioné orientaciones prácticas sobre cómo formular prompts efectivos.

Nuestro compromiso desde la biblioteca es acompañar esta transición, ofreciendo recursos de calidad, formación continua y apoyo experto. Porque saber buscar sigue siendo —más que nunca— una competencia esencial para el ejercicio profesional informado, riguroso y basado en la mejor evidencia disponible.

Los robots no vienen a reemplazarnos: los bibliotecarios podemos liderar la revolución de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente todos los sectores, y el ámbito bibliotecario no es la excepción. Lejos de suponer una amenaza, la IA representa una oportunidad histórica para que los profesionales de la información reforcemos nuestro papel como guías y mediadores en un entorno informativo cada vez más complejo.

Tras más de 35 años buscando información científica, nunca hemos experimentado una transformación como la que nos ofrece la inteligencia artificial. Es el momento de aprovechar esta oportunidad y ser parte del cambio

Los robots no vienen a sustituirnos. Al contrario: los bibliotecarios somos hoy más relevantes que nunca, especialmente si sabemos evolucionar junto a estas herramientas. Gracias al apoyo de esta tecnología, los bibliotecarios podemos liberar tiempo para centrarnos en tareas más creativas y estratégicas, diseñando nuevas formas de compartir conocimiento y facilitando el acceso a la información. La IA proporciona a bibliotecarios y otros profesionales de la información nuevas oportunidades para mostrar nuestras habilidades y proporcionar aún más valor a los usuarios. Para ello debemos mantenernos informados sobre las últimas herramientas de IA y dominar el arte de la ingeniería de prompts. Solo así conseguiremos posicionarnos en vanguardia de la revolución de la IA.

La IA no nos reemplaza (los bibliotecarios), nos libera para pensar.

Los bibliotecarios estamos estratégicamente posicionados para destacar en esta nueva era. Dominamos el arte del algoritmo de búsqueda, que va mucho más allá de encontrar información: implica comprender las necesidades del usuario, anticipar preguntas y guiarlo a través de un océano de datos hacia fuentes fiables, pertinentes y de calidad. Esta habilidad nos permite no solo acceder a información de manera eficiente, sino también evaluar su relevancia y credibilidad, asegurando así que los usuarios reciban respuestas de alta calidad a sus consultas. Nuestra formación nos capacita para utilizar tecnologías avanzadas y estrategias de investigación que enriquecen la experiencia de aprendizaje de nuestros usuarios. También tenemos la responsabilidad de educar al público sobre cómo interactuar de forma crítica y segura con estas herramientas emergentes.

La IA puede generar una estrategia de búsqueda, sí. Pero solo nosotros sabemos si esa estrategia tiene sentido.

Los desafíos: veracidad, alfabetización, transparencia y privacidad

Uno de los principales riesgos de los grandes modelos de lenguaje es la ilusión de veracidad. Estos sistemas pueden generar textos que suenan correctos, pero que no necesariamente lo son. La IA no entiende el significado de lo que produce: simplemente predice cuál es la palabra más probable que debe aparecer a continuación.

El uso sin crítica puede llevar a la propagación de información falsa en la investigación. Por ello, es fundamental desarrollar una alfabetización en IA que permita evaluar críticamente tanto la información que proporcionan estas herramientas.

«La inteligencia artificial no reemplaza el juicio experto; sin embargo, tiene la capacidad de potenciarlo de maneras significativas y, en algunos casos, puede distorsionarlo de formas inesperadas.»

Es imprescindible mantener principios de transparencia sobre el uso de herramientas de IA y responsabilidad en la verificación de la información generada. Debemos establecer prácticas claras para citar apropiadamente el trabajo asistido por IA y garantizar que las contribuciones humanas y artificiales sean debidamente reconocidas.

La privacidad es otra preocupación importante cuando se trata del uso de IA. Los sistemas de IA dependen de grandes cantidades de datos, datos que pueden incluir información confidencial sobre los usuarios. El uso de herramientas de IA puede exponer una biblioteca a los riesgos de ciberseguridad.

Conclusión

Los bibliotecarios no seremos sustituidos por la inteligencia artificial. Seremos reemplazados, eso sí, solo si decidimos no adaptarnos. Pero si abrazamos el cambio, nos formamos y lideramos la adopción crítica de estas herramientas, podremos consolidar nuestro papel como actores clave en la revolución del conocimiento.

Si no estamos en la conversación sobre IA, otros decidirán por nosotros. La revolución ya ha comenzado. Es momento de estar al frente.

El futuro no está escrito. Y nosotros —como tantas veces— ayudaremos a su desarrollo.

Retos y errores frecuentes en la búsqueda de evidencia en revisiones sistemáticas

Características de las búsquedas para revisiones sistemáticas

Las revisiones sistemáticas requieren estrategias de búsqueda rigurosas (que identifiquen todos los registros relevantes, pero no tan amplia como para que haya demasiados artículos irrelevantes), transparentes y reproducibles (documentando los pasos que se dieron durante la búsqueda) de tal forma que permita que los futuros equipos de investigación se basen en el trabajo de la revisión sistemática (RS), así como también lo evalúen, valoren y critiquen.

Fuente: elaboración propia (Importacia de las estrategias de búsqueda en las revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Entre los objetivos de la búsqueda en revisiones sistemáticas es de realizar una búsqueda exhaustiva evitando sesgos como los resultantes de la no publicación de estudios, el sesgo de publicación y el sesgo del idioma ver entradas «Sesgo de publicación y sesgos relacionados» y «Sesgos en la localización de estudios para una revisión sistemática«).

Fuente: elaboración propia (Implicaciones de los errores de búsqueda de evidencia en la validez de los resultados de la revisión sistemática © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Las revisiones sistemáticas requieren una búsqueda sistemática. Dada la complejidad de los lenguajes y reglas de indexación de las diversas bases de datos, la mejor manera para que el equipo de investigación asegure el rigor de la búsqueda es incluir un bibliotecario en el equipo de revisión.

Retos en la búsqueda de evidencia

El primer elemento de una revisión sistemática es la propia pregunta. La pregunta determinará el desarrollo de la estrategia de búsqueda y qué tipo de estudios se encontrarán. Si la pregunta no es lo suficientemente clara en este punto, es posible que no se detecten artículos que puedan ser de interés o que se encuentren muchos artículos que no son lo que se quiere.

Fuente: elaboración propia (Retos comunes en las estrategias en las revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Traslado de la pregunta de investigación a la estrategia de búsqueda. La pregunta es el punto de partida para estructurar una estrategia de búsqueda, es la de identificar los principales conceptos de la pregunta clínica (generalmente en un formato PICO para revisiones de intervención y PEO para revisiones de factores de riesgo). Los errores más comunes para traducir una pregunta de investigación en un plan de búsqueda incluyen perder un concepto importante y agregar demasiados conceptos. (ver entrada «¿Debo incluir los Resultados (Outcomes) en la estrategia de búsqueda de una revisión sistemática?«).

Aplicar límites. de forma segura para evitar sesgos y disminución de la sensibilidad. Los límites más empleados son los límites temporal, de idiomas o de acceso al texto completo gratuito pero estos solo se deben incluir en la estrategia si está justificado metodológicamente. La mejor manera de aplicar límites es hacerlo de tal manera que la búsqueda incluya registros indexados por un límite deseado sin faltar registros que cumplan con esa misma descripción pero que no se indexan de esa manera. Esto se puede lograr mediante el uso cuidadoso del operador booleano NOT (por ejemplo, para eliminar estudios animales y quedarnos solo con estudios en humanos). Ver entrada «¿Cómo limitamos el resultado de una búsqueda bibliográfica a solo humanos?: Recomendación para búsqueda en revisiones sistemáticas«. También debemos tener presente la utilización de los llamados filtros de búsqueda (ver entrada: «Qué son los filtros de búsqueda y principales herramientas para su localización«).

Errores comunes en las estrategias de búsqueda en revisiones sistemáticas

Errores en la selección de las fuentes de búsqueda

La producción de una revisión sistemática requiere la búsqueda sistemática en varias bases de datos bibliográficas. Se desconoce el número óptimo de bases de datos que hay que consultar, sin embargo, buscar en una sola base de datos no es suficiente, aunque no existe evidencia de la cantidad de bases de datos en las que se debe buscar. Una sola base de datos no representa todas las investigaciones potencialmente relevantes que existen. Al elegir incluir solamente una base de datos, el revisor está introduciendo un sesgo de selección en esta etapa temprana del proceso de revisión. La búsqueda solo de PubMed y Embase recupera el 71.5% de las publicaciones incluidas, mientras que agregar bases de datos adicionales a las estrategias de búsqueda aumenta la recuperación al 94.2% (el 5.8% de las referencias no se recuperan en ninguna base de datos) (Frandsen TF, Moos C, Linnemann Herrera Marino CI, Brandt Eriksen M, Supplementary databases increased literature search coverage beyond PubMed and Embase, Journal of Clinical Epidemiology (2025), doi: https://doi.org/10.1016/j.jclinepi.2025.111704.). Ver entrada «En qué bases de datos debemos buscar para una revisión sistemática: La producción de una revisión sistemática requiere la búsqueda sistemática en varias bases de datos bibliográficas.»En qué bases de datos debemos buscar para una revisión sistemática: La producción de una revisión sistemática requiere la búsqueda sistemática en varias bases de datos bibliográficas» y «Cobertura y solapamiento de las bases de datos utilizadas en las revisiones sistemáticas de ciencias de la salud«).

Fuente: elaboración propia (Errores en la selección de las fuentes de información en la búsqueda en revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

La búsqueda ha de realizarse en bases de datos automatizadas, pero también ha de incluirse búsquedas que complementen esta, como es la búsqueda de literatura gris. Si uno realmente quiere localizar toda la evidencia que hay no puede detenerse en la búsqueda de las principales bases de datos.

Insuficiente amplitud o sensibilidad de la búsqueda

La estrategia de búsqueda ha de ser una combinación de términos del lenguaje natural (campo de título y abstract) y el vocabulario controlado de las bases de datos consultadas (Leblanc V, Hamroun A, Bentegeac R, Le Guellec B, Lenain R, Chazard E. Added Value of Medical Subject Headings Terms in Search Strategies of Systematic Reviews: Comparative Study. J Med Internet Res. 2024 Nov 19;26:e53781. doi: 10.2196/53781.).

Fuente: elaboración propia (Búsquedas para revisiones sistemáticas © 2024 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

La recolección de términos consiste en localizar toda la terminología que represente cada concepto de la pregunta de investigación.

Fuente: elaboración propia (Insuficiente amplitud o sensibilidad de la búsqueda en revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Debemos hacer balance entre la precisión y exhaustividad pero teniendo en cuenta que el objetivo de una búsqueda para una RS es identificar todos los estudios pertinentes (maximizar la sensibilidad pero con una precisión razonable). Una de las cuestiones más complicadas es cuando dar por finalizada la búsqueda. Una de las cuestiones más complicadas es cuando dar por finalizada la búsqueda.

Representación visual de precisión y sensibilidad al realizar una búsqueda de literatura de una revisión sistemática. Modificada y traducida de: Kumar V, Barik S, Raj V, Varikasuvu SR. Precision and Sensitivity: A Surrogate for Quality of Literature Search in Systematic Reviews. Clin Spine Surg. 2025;38(1):34-6.

Para maximizar la sensibilidad de nuestra búsqueda hemos de maximizar la inclusión de todos los términos de búsqueda relevantes para cada concepto. Utilizar el operador booleano OR entre los términos sinónimos e incluir los encabezamientos de materia junto con los términos de texto libre. Además, debemos evitar el uso uso de filtros. A la búsqueda en base de datos debemos añadir la búsqueda de la bibliografía de los estudios incluidos y la búsqueda prospectiva de las citas a estos estudios (ver entrada «Persecución de citas «hacia delante» y «hacia atrás» en una revisión sistemática (‘citation chasing’, ‘citation searching’, ‘citation tracking’, ‘snowballing’, ‘pearl growing’, ‘footnote chasing’, ‘reference scanning’, ‘reference checking’, ‘bibliographic checking’, ‘citation mining’ o ‘reference harvesting’)«).

Errores en la ejecución de las búsquedas

Salvador-Oliván y cols., encontraron que, de las estrategias de búsqueda, el 92,7% contenían algún tipo de error. Para facilitar su presentación, los errores se agruparon en 2 categorías: los que afectan al recuerdo y los que no, siendo más frecuentes los primeros (78,1%) que los segundos (59,9%). La tabla siguiente presenta la frecuencia de los distintos tipos de errores.

Errores más comunes en las búsquedas en revisiones sistemáticas. Fuente: Salvador-Oliván JA, Marco-Cuenca G, Arquero-Avilés R. Errors in search strategies used in systematic reviews and their effects on information retrieval. J Med Libr Assoc. 2019 Apr;107(2):210-221. doi: 10.5195/jmla.2019.567.

Más recientemente, Rethlefsen y cols. encontraron que el 56.0% (163/291) de todas las búsquedas de bases de datos contenía al menos un error (Rethlefsen ML, Brigham TJ, Price C, Moher D, Bouter LM, Kirkham JJ, Schroter S, Zeegers MP. Systematic review search strategies are poorly reported and not reproducible: a cross-sectional metaresearch study. J Clin Epidemiol. 2024 Feb;166:111229. doi: 10.1016/j.jclinepi.2023.111229.).

Son relativamente fácil de tener errores con palabras mal escritas (3,8%) y errores en la sintaxis del sistema que no se encuentran fácilmente mediante la revisión ortográfica.

Fuente: elaboración propia (Errores en la ejecución de las búsquedas en revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Es frecuente cometer errores en la aplicación de operadores booleanos (por ejemplo, OR puede haber sido sustituido involuntariamente por AND (o viceversa), o AND puede haberse utilizado para vincular frases o palabras (por ejemplo, como una conjunción) en lugar de como un operador booleano) y, más a menudo, olvidar usarlos son comunes. La mayoría de las bases de datos asumirán un AND cuando falte un operador, lo que reducirá en gran medida la sensibilidad y la precisión de su búsqueda. Por otro lado, algunas plataformas de búsqueda ignora los operadores booleanos cuando se escriben en minúscula aplicando el operador AND automáticamente al ser el operador por defecto. Esto ocurre en PubMed por lo que es recomendable escribir los operadores booleanos siempre en mayúscula.

Otro error común es la falta de precisión en la combinación con los operadores booleanos de los números de línea correcta. Por eso es muy recomendable verificar cada número de línea y combinaciones de números de línea para asegurarse de que la lógica de búsqueda se implementó correctamente.

Para intentar paliar estos errores de ejecución, es recomendable revisar la búsqueda y asegurarse de que el uso del anidamiento entre paréntesis sea lógico y se haya aplicado correctamente. También hay que tener en cuenta si el uso de un operador de proximidad o adyacencia en lugar de AND podría aumentar la precisión. Si se utilizan operadores de proximidad, considere si la amplitud elegida es demasiado reducida para capturar todos los casos esperados de los términos de búsqueda, que pueden variar dependiendo de si la base de datos en la que se busca reconoce o no palabras vacías. Considere si la amplitud es demasiado extensa.
Y si se incluyen límites (por ejemplo, humanos o población de ancianos), debemos asegurarnos de que se haya utilizado la construcción adecuada.

De las diferentes formas de construcción de la estrategia de búsqueda, recomiendo la búsqueda por bloques, es decir, una línea por cada concepto de búsqueda partiendo de nuestra pregunta estructurada (PICOs) para intentar minimizar los errores antes descritos. De esta forma, la búsqueda se corresponderá con el marco de nuestra pregunta del que partimos en nuestra revisión. (ver entrada «Cómo estructurar la estrategia de búsqueda para revisiones sistemáticas: tres enfoques diferentes pero complementarios»).

Los términos de texto libre se utilizan normalmente para cubrir los encabezamientos de materia que faltan en la base de datos, recuperar registros no indizados o mal indizados. Debemos considerar los elementos del uso del texto libre, como demasiado restringido o demasiado amplio, la relevancia de los términos y si se han incluido sinónimos o antónimos.

Con respecto al uso de descriptores o encabezamientos de materia, hemos de comprobar si faltan encabezamientos o si son incorrectos los que utilizamos en nuestra estrategia, analizar la relevancia/irrelevancia de los términos y el uso correcto de la búsqueda ampliada para incluir términos relevantes más específicos.

Debemos considerar que el uso de subencabezamientos flotantes que en la mayoría de los casos son preferibles al uso de subencabezamientos ligados a encabezados de materias específicas.

Adaptación entre bases de datos y plataformas

Una vez hemos realizado la búsqueda en una base de datos debemos trasladar la estrategia a la siguiente base de datos. Esto significa que el vocabulario controlado, los términos del lenguaje natural y todas las demás etiquetas y operadores de campo utilizados deben ser lo más similar posible.

Fuente: elaboración propia (Errores en el traslado de la estrategia entre bases de datos y plataformas en revisiones sistemáticas© 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Deficiencias en la documentación de las estrategias de búsqueda de evidencia

Las búsquedas de revisión sistemática deben ser reproducibles, pero la mayoría no lo son. Rethlefsen y cols. encontraron que solo el 1% de las revisiones sistemáticas eran completamente reproducibles para todas las búsquedas de bases de datos. Además, las búsquedas de revisión sistemática siguen informándose mal. La gran mayoría de las revisiones sistemáticas (91%) ni siquiera proporciona suficientes detalles para identificar las bases de datos/plataformas utilizadas para todas las búsquedas de bases de datos (Rethlefsen ML, Brigham TJ, Price C, Moher D, Bouter LM, Kirkham JJ, Schroter S, Zeegers MP. Systematic review search strategies are poorly reported and not reproducible: a cross-sectional metaresearch study. J Clin Epidemiol. 2024 Feb;166:111229. doi: 10.1016/j.jclinepi.2023.111229.).

Fuente: elaboración propia (Deficiencias en la documentación de las estrategias en revisiones sistemáticas© 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

El uso de pautas de informes, en concreto de PRISMA-S y PRISMA 2020, puede ayudar a guiar a los autores y bibliotecarios sobre las mejores prácticas para realizar informes transparentes (ver entrada «Actualización de la guía para la presentación de informes de revisiones sistemáticas: desarrollo de la declaración PRISMA 2020«).

Recomendaciones para mejorar las estrategias de búsqueda en revisiones sistemáticas

Para intentar minimizar los errores en la búsqueda en revisiones sistemáticas, es recomendable que un segundo bibliotecario haga la revisión por pares de la búsqueda utilizando la herramienta PRESS (Peer Review of Electronic Search Strategies (McGowan J, Sampson M, Salzwedel DM, Cogo E, Foerster V, Lefebvre C. PRESS Peer Review of Electronic Search Strategies: 2015 Guideline Statement. J Clin Epidemiol. 2016 Jul;75:40-6. doi: 10.1016/j.jclinepi.2016.01.021. PMID: 27005575.) justo antes de finalizar el protocolo y antes de hacer las búsquedas definitivas de la revisión.

Fuente: elaboración propia (Recomendaciones para mejorar las estrategias de búsqueda en revisiones sistemáticas © 2025 by Concepción Campos-Asensio is licensed under CC BY-ND 4.0 )

Y por último, para la mejora de las estrategias de búsqueda y su informe transparente es necesario implicar a los bibliotecarios, los equipos de revisión sistemática, los revisores por pares y los editores de revistas.

¿Qué hacen los bibliotecarios de hospital?

Cómo muchos de vosotros ya sabéis, soy bibliotecaria de ciencias de la salud en el Hospital Universitario de Getafe y con anterioridad del Hospital Central de la Cruz Roja. Me defino como especialista en documentación científica en ciencias de la salud y en documentos de síntesis de evidencia científica como revisiones sistemáticas y revisiones de alcance. Docente de cursos de competencias informacionales (alfabetización informacional) en ciencias de la salud orientados a profesionales sanitarios y profesionales de la información. Y, por último, produzco y difundo información científica a través de publicaciones científicas (https://orcid.org/0000-0003-2724-2563), mi blog biblioGetafe (https://bibliogetafe.com) y redes sociales como Twitter (https://twitter.com/biblioGetafe) o LinkedIn (https://es.linkedin.com/in/concepción-campos-asensio-28089721).

Los bibliotecarios de ciencias de la salud desempeñamos un papel importante dentro de los hospitales. Somos expertos en la recuperación y evaluación de la información necesaria para el apoyo de la toma de decisiones clínicas, científicas y de gestión basadas en el conocimiento y la evidencia en todas las instituciones sanitarias. Los bibliotecarios de ciencias de la salud también tenemos la responsabilidad de formar a los profesionales sanitarios en los mejores métodos de recuperación para la práctica basada en el conocimiento, la investigación y el aprendizaje permanente.

Los bibliotecarios médicos, también conocidos como profesionales de la información sanitaria, especialistas en información médica o sus múltiples variantes, buscan, analizan, proporcionan acceso y presentan información esencial que mejora la atención al paciente y apoya la educación, la investigación y la publicación médica y sanitaria.

Los bibliotecarios de hospital buscan, analizan, proporcionan acceso y presentan información esencial que mejora la atención al paciente y apoya la educación, la investigación y la publicación médica y sanitaria.

Como ya vimos en la anterior entrada «Impacto y valor de los servicios de las bibliotecas de hospital» desempeñan muchas funciones críticas en el hospital actual, ya que proporcionan la información adecuada en el momento adecuado de diversas maneras para mejorar la eficacia del hospital y del personal médico, optimizar la atención al paciente, mejorar los resultados del paciente y aumentar la satisfacción del paciente y de la familia con el hospital y sus servicios. Dado que los bibliotecarios de hospital y sus servicios proporcionan un excelente retorno de la inversión para el hospital y le ayudan a mantener su ventaja competitiva, el personal del hospital debe tener acceso a los servicios de un bibliotecario profesional.

Las bibliotecas biomédicas tienen unos usuarios únicos, con grandes exigencias y recursos y colecciones costosos. La capacidad de la biblioteca para responder a las necesidades de información en ciencias de la salud de la institución no es suficiente, debemos mantenernos actualizados de los nuevos avances (p. ej.: IA) y debemos visualizar y difundir de forma calculada y creativa nuestro trabajo para evitar la incesante percepción de que somos prescindibles.

Teniendo esto último presente, acepté la ocasión que me ofreció el jefe de la Unidad de Documentación del Hospital de Getafe, Javier Gómez, de que David Sañudo me entrevistara en la Cadena Ser. Agradezco a los dos la oportunidad y aquí os dejo el audio y el enlace:

La biblioteca científica del Hospital de Getafe tramitó 4.000 préstamos de libros y revistas especializadas en el último año | Ocio y cultura | Cadena SER

En qué bases de datos debemos buscar para una revisión sistemática: La producción de una revisión sistemática requiere la búsqueda sistemática en varias bases de datos bibliográficas.

¿Por qué hay que buscar en varias bases de datos?

Es esencial seleccionar múltiples fuentes porque una solo no puede contener toda la información que responde a nuestra pregunta. Es decir, una sola base de datos no representa todas las investigaciones potencialmente relevantes que existen. Si eligiéramos incluir solamente una base de datos, estaríamos introduciendo un sesgo de selección en una etapa temprana del proceso de revisión. 

En #RevisionesSistemáticas, la búsqueda de estudios debe ser lo más amplia posible para reducir el riesgo de sesgo de publicación e identificar la mayor cantidad de evidencia relevante. Estandar MECIR C24

¿En cuántas bases de datos hay que buscar?

Teniendo ya claro que hay que buscar en más de una base de datos (Bramer W, 3013 y 2016), hay que decir que se desconoce el número óptimo de bases de datos que hay que consultar y que no existe evidencia de la cantidad de bases de datos en las que se debe buscar (Ross-White A et al.).

Debido a la diversidad de preguntas abordadas por las revisiones sistemáticas, no puede haber un estándar acordado para lo que constituye una búsqueda aceptable en términos del número de bases de datos buscadas (CRD’s guidance, 2009).

Debemos tener presente que añadir múltiples bases de datos puede dará lugar a búsquedas con resultados muy elevados en los que, pasado un número de base de datos, resulten irrelevantes. Por otro lado, hay que tener en consideración las desventajas en el uso de múltiples bases de datos para los bibliotecarios. Resulta muy arduo y complicado traducir una estrategia de búsqueda a múltiples interfaces y sintaxis de búsqueda, ya que los diferentes códigos de campo, sintaxis de cada base de datos y plataforma, los operadores de proximidad que difieren entre interfaces y las diferencias en los términos del tesauro entre bases de datos añaden una carga importante. Además, para los revisores el proporcionarles el resultados de un exceso número de bases de datos les conlleva mucho tiempo ya que deben examinar un exceso de títulos y resúmenes, probablemente irrelevantes.

Es función del bibliotecario determinar la combinación de bases de datos necesaria para que las búsquedas de revisiones sistemáticas proporcionen resultados eficientes (es decir, para minimizar la carga de los investigadores sin reducir la validez de la investigación al omitir referencias relevantes).

Es función del bibliotecario determinar la combinación de bases de datos necesaria para que las búsquedas de #RevisionesSistemáticas proporcionen resultados eficientes.

Pero, ¿cuáles elegir?

Las bases de datos que utilicemos para localizar la evidencia va a depender del tema de revisión, de la posibilidad de acceso a las bases de datos y el presupuesto disponible para el equipo de revisión, y siempre dentro de la limitación de tiempo. Como norma general, hay que empezar por las fuentes de información que tienen mayor probabilidad de ser más productivas dentro del tema de nuestra revisión, ya que te proporcionarán la mayoría de los estudios. En caso de duda, recomiendo hacer pruebas de búsqueda de nuestro tema de revisión en varias bases de datos y seleccionar las que proporcionen mayores y mejores resultados.

¿Qué dicen los expertos?

Un estudio de Wilchor M. Bramer concluye que las búsquedas han de realizarse en Embase, MEDLINE (incluidas las publicaciones Epub ahead of print), Web of Science (Core Collection) y Google Académico (las 200 primeras referencias relevantes) como mínimo. Para temas especiales como enfermería y ciencias del comportamiento y mental se debe añadir bases de datos como CINAHL y PsycINFO, respectivamente. Para revisiones donde los ECA hay que buscar en CENTRAL. Si se ignora una o más de las bases de datos que identifican como las cuatro bases de datos clave dará lugar a búsquedas más precisas, con un menor número de resultados, pero los investigadores deben decidir si eso vale la pena por el aumento de una mayor probabilidad de pérdidas de referencias relevantes. Este estudio también destaca una vez más que buscar bases de datos solo no es suficiente para recuperar todas las referencias relevantes. (Bramer WM, et al.).

Recomendaciones del bibliotecario experto Wilchor Bramer (2017).

Si nuestra revisión fuera de intervenciones terapéuticas, habría que buscar en las bases de datos generales (MEDLINE y Embase) y CENTRAL. Además, se deben incluir las bases de datos relevantes para el tema de revisión (p. ej., CINAHL para temas relacionados con la enfermería, PsycINFO para intervenciones psicológicas).

Además de MEDLINE y Embase, que suelen considerarse las principales bases de datos internacionales sobre atención sanitaria general, muchos países y regiones producen bases de datos bibliográficas que se centran en la bibliografía producida en esas regiones y que suelen incluir revistas y otras publicaciones no indexadas en otros sitios, como el African Index Medicus y LILACS (para América Latina y el Caribe) (MECIR C24-25).

Para la búsqueda de estudios cualitativos, además de MEDLINE y Embase, hay que buscar en CINAHL y PsycINFO. A lo que habría que añadir Scopus, y ProQuest Dissertations & Theses Global. Agregar PubMed aumenta la recuperación a 93.1% (Frandsen TF et al.).

Para las revisiones de evaluaciones económicas, la combinación de las bases de datos Embase + Scopus + HTA Database + MEDLINE o PubMED (indistintamente) es la más eficiente (Arber M et al.).

Si el tema incluye la asistencia social, hay una serie de bases de datos disponibles, como ASSIA (Applied Social Sciences Index and Abstracts), CSA Sociological Abstracts y CSA Social Services Abstracts, que podrían utilizarse. Las bases de datos mencionadas anteriormente son todas temáticas, pero hay otras, como AgeInfo, Ageline y ChildData, que se centran en un grupo de población específico que podría ser relevante para el tema de la revisión.

En revisiones de ciencias sociales y humanas, Lluís Codina recomienda utilizar siempre Scopus + Web of Science del grupo general, así como Dialnet Plus y las bases de datos del CSIC si la investigación se va a presentar en una universidad española.

¿Si busco en Embase (Elsevier), es necesario buscar también en MEDLINE?

La búsqueda en Embase.com incluye MEDLINE. Sin embargo, debemos buscar en las dos bases de datos por separado, ya que Embase tiene un contenido significativo que no está disponible en PubMed/MEDLINE. Además, la indexación Emtree hace que incluso la información compartida por las dos bases de datos se pueda encontrar de forma exclusiva en Embase.

Razones por la que es necesario buscar en MEDLINE y en Embase.

¿Cómo incluye Embase el contenido de MEDLINE?

  • Más de 2800 revistas son exclusivas de Embase y 3000 títulos de revistas están cubiertos tanto por Embase como por MEDLINE. Ambos conjuntos están indexados por Embase usando Emtree.
  • 2500 revistas de MEDLINE no están indexadas por Embase usando Emtree, sino que están indexadas usando el MEDLINE thesaurus MeSH.
  • Estos registros indexados de MEDLINE se entregan a Elsevier diariamente. Después de la deduplicación, se incorporan a Embase para producir «registros exclusivos de MEDLINE». Elsevier no vuelve a indexar estos registros exclusivos de MEDLINE. Sin embargo, su indexación se asigna a los términos de Emtree. De esta manera, los términos de Emtree se pueden usar para buscar todos los registros de Embase, incluidos los de MEDLINE.

¿Si tengo acceso a SCOPUS, también necesito buscar en Embase y en la WoS?

Las búsquedas en Scopus se centran en resúmenes y citas, mientras que una búsqueda en Embase proporciona información adicional a partir de su indexación estructurada de texto completo con el tesauro EMTREE.

Dado que Scopus no utiliza Emtree para facilitar la asignación de sinónimos y las búsquedas jerárquicas, nuestra búsqueda puede recuperar un número significativamente menor de resultados que en Embase. Por ejemplo, una búsqueda en Scopus sobre «heart attack» omite los registros que mencionan «myocardial infarction» o los indizados utilizando el término Emtree «heart infarction».

Además, los subtítulos de Embase no están disponibles en Scopus, por lo que las búsquedas no pueden acotarse del mismo modo. Por ejemplo, no es posible limitar las búsquedas de fármacos a los registros centrados en los efectos adversos.

Razones por las que debo buscar en Embase y SCOPUS.

¿Es recomendable buscar en Google Académico?

Dado que Google Scholar indexa el texto completo de los artículos, la búsqueda en él añade artículos relevantes que no se encuentran en las otras bases de datos. Por lo tanto, encuentra artículos en los que el tema de investigación no se menciona en el título, el resumen o los términos del tesauro, sino que los conceptos sólo se tratan en el texto completo.

Sin embargo, la búsqueda en Google Académico supone un reto, ya que carece de las funciones básicas de las bases de datos bibliográficas tradicionales. Además, las estrategias de búsqueda están limitadas a un máximo de 256 caracteres, lo que significa que crear una estrategia de búsqueda exhaustiva puede resultar laborioso (Bramer W, 2017).

Wilchor Bramer recomienda limitar la búsqueda en Google Académico a las primeras 200 referencias relevantes.

Elección de la plataforma

Como es lógico, la búsqueda en diferentes bases de datos dará inevitablemente resultados diferentes al ser su cobertura distinta. Pero además, la búsqueda en la misma base de datos a través de diferentes interfaces o plataformas puede dar lugar a resultados diferentes. Por ejemplo, buscar en Embase a través de Embase.com o mediante OVID, o buscar en MEDLINE a través de Web of Science, EBSCO, OVID o incluso a través de PubMed. Y no solo porque las plataformas difieran en diferentes sintaxis y herramientas de búsqueda, sino que el contenido también puede diferir (PubMed vs MEDLINE/Ovid; Embase/Elsevier vs. Embase/Ovid).

¿MEDLINE vía PubMed u Ovid?

PubMed es considerado por algunos como más fácil de usar. Además, en búsquedas de revisiones sistemáticas, PubMed tiene una sensibilidad más alta que Ovid/MEDLINE con una precisión comparable y NNR (number needed to read) (Katchamart W et al.).

Por el contrario, muchos bibliotecarios eligen Ovid MEDLINE, ya que permite realizar una búsqueda más enfocada. Sus herramientas que permiten una sintaxis de búsqueda con, por ejemplo, operadores de adyacencia, que hacen que nuestro resultado sea más preciso que con PubMed.

Otros especialistas en información estaban a favor de buscar en ambas. Indicaban que merece la pena realizar una búsqueda complementaria de PubMed, además de la búsqueda principal en MEDLINE (Ovid) para una revisión sistemática, ya que se realiza rápidamente y si recupera estudios únicos, recientemente publicados, y ahead-of-print, mejorando la actualización de las revisiones sistemáticas. Sin embargo, tal como indica Wichor Bramer en su correo de 12 de diciembre de 2022 a la lista de distribución expertsearching@pss.mlanet.org, hoy en día buscar en PubMed no añade ningún valor cuando ya se ha buscado en MEDLINE a través de OVID u otra plataforma similar. La razón de por qué antes se recomendaba era porque había bastante retraso entre los artículos añadidos a PubMed y a MEDLINE, pero ya no es así. Hoy en día el retraso es solo de 1 o 2 días, por lo que se puede ignorar ya que esos días extra no suponen ninguna diferencia en nuestra revisión. (Más información en: https://wkhealth.force.com/ovidsupport/s/article/PubMed-vs-Ovid-s-Medline-1489081398582).

Hoy en día, buscar en PubMed no añade ningún valor cuando ya se ha buscado en MEDLINE a través de OVID u otra plataforma similar dado que el retraso en la indización es de solo 1 o 2 días. @wichor

Por contra del uso de PubMed estaría su problema de indización de revistas depredadoras (Ross-White A, et al.).

¿Embase vía Embase.com o Ovid?

No hay una diferencia notable entre Ovid y Embase.com en términos de resultados de búsqueda sin embargo, Embase.com fue calificado como más fácil de usar en comparación con Ovid (Fortier KJ et al.)

Aquí os dejo un Trivial interactivo para aprender las diferencias en la sintaxis de búsqueda entre plataformas.

Juego para ver las diferencias en la sintaxis de búsqueda.

BIBLIOGRAFÍA

Bramer WM, Rethlefsen ML, Kleijnen J, Franco OH. Optimal database combinations for literature searches in systematic reviews: a prospective exploratory study. Syst Rev. 2017;6(1):245. doi: 10.1186/s13643-017-0644-y. PMID: 29208034; PMCID: PMC5718002

Higgins JPT, Lasserson T, Chandler J, Tovey D, Thomas J, Flemyng E, Churchill R. Methodological Expectations of Cochrane Intervention Reviews. Cochrane: London, Version February 2022. Disponible en: https://community.cochrane.org/mecir-manual/standards-conduct-new-cochrane-intervention-reviews-c1-c75/performing-review-c24-c75

Bramer WM, Giustini D, Kramer BM, Anderson PF. The comparative recall of Google Scholar versus PubMed in identical searches for biomedical systematic reviews: a review of searches used in systematic reviews. Syst Rev. 2013;2:115.

Bramer WM, Giustini D, Kramer BMR. Comparing the coverage, recall, and precision of searches for 120 systematic reviews in Embase, MEDLINE, and Google Scholar: a prospective study. Syst Rev. 2016;5:39.

Centre for Reviews and Dissemination. Systematic reviews: CRD’s guidance for undertaking reviews in health care The Centre; 2009. Disponible en: https://www.york.ac.uk/crd/guidance/

Ross-White A, Godfrey C. Is there an optimum number needed to retrieve to justify inclusion of a database in a systematic review search? Health Inf Libr J. 2017;33:217–24.

Frandsen TF, Gildberg FA, Tingleff EB. Searching for qualitative health research required several databases and alternative search strategies: a study of coverage in bibliographic databases. J Clin Epidemiol. 2019 Jun 25;114:118-124. doi: 10.1016/j.jclinepi.2019.06.013. PMID: 31251982.

Arber M, Glanville J, Isojarvi J, Baragula E, Edwards M, Shaw A, Wood H. Which databases should be used to identify studies for systematic reviews of economic evaluations? Int J Technol Assess Health Care. 2018 Jan;34(6):547-554. doi: 10.1017/S0266462318000636. PMID: 30442221.

Codina, Lluís. Revisiones bibliográficas sistematizadas: Procedimientos generales y Framework para Ciencias Humanas y Sociales. Barcelona: Máster Universitario en Comunicación Social. Departamento de Comunicación. Universitat Pompeu Fabra, 2018 [documento en pdf, acceso: https://repositori.upf.edu/handle/10230/34497%5D

Elsevier. Learn and Support – Embase | Elsevier [Internet]. Elsevier.com. 2021 [consultado 19 dic 2022]. Disponible en: https://www.elsevier.com/solutions/embase-biomedical-research/learn-and-support#:~:text=Scopus%20searches%20focus%20on%20abstracts,significantly%20fewer%20results%20than%20Embase

Katchamart W, Faulkner A, Feldman B, Tomlinson G, Bombardier C. PubMed had a higher sensitivity than Ovid-MEDLINE in the search for systematic reviews. J Clin Epidemiol. 2011 Jul;64(7):805-7. doi: 10.1016/j.jclinepi.2010.06.004. PubMed PMID: 20926257.

Duffy S, de Kock S, Misso K, Noake C, Ross J, Stirk L. Supplementary searches of PubMed to improve currency of MEDLINE and MEDLINE In-Process searches via Ovid. J Med Libr Assoc. 2016 Oct;104(4):309-312. PMID: 27822154; PMCID: PMC5079494.

¿Sabes que en PubMed se indizan revistas fraudulentas? [Internet]. BiblioGETAFE. BiblioGETAFE; 2018 [consultado el 19 dic 2022]. Disponible en: https://bibliogetafe.com/2018/10/09/sabes-que-en-pubmed-se-indizan-revistas-fraudulentas/

‌Ross-White A, Godfrey CM, Sears KA, Wilson R. Predatory publications in evidence syntheses. J Med Libr Assoc. 2019 Jan;107(1):57-61. doi: 10.5195/jmla.2019.491. PMID: 30598649; PMCID: PMC6300240.

Fortier KJ, Kiss N, Tongbram V. What is the optimal search engine for results from Embase and Medline: Ovid or Embase.com? Value Health 2013;16(3):A25 doi: 10.1016/j.jval.2013.03.147

¿Puede una sola persona hacer una revisión sistemática?

A raíz de una conversación en Twitter en la que se planteaba la idoneidad de que los estudiantes de enfermería realicen una revisión sistemática como TFG o TFM, me he planteado aclarar por qué una revisión sistemática (RS) requiere un equipo de revisores.

Las razones más relevantes serían las dos siguientes:

  1. Son necesarios diversos conjuntos de conocimientos y habilidades para realizar una RS rara vez (o nunca) residen en una sola persona.
  2. Se necesita más de una persona para realizar verificaciones de confiabilidad entre evaluadores para garantizar la integridad de las decisiones clave, la extracción de datos y la codificación.

¿Y qué personas serían necesarias?

Expertos en la materia

Los expertos en la materia son necesarios para formular preguntas de revisión que sean significativas. Al poseer un conocimiento profundo del tema y de las cuestiones actuales en ese campo, los expertos en la materia pueden articular preguntas que son relevantes para el campo de la revisión y pueden conocer con anticipación los tipos de estudios que probablemente estén disponibles. 

Especialista en información (bibliotecario)

Los bibliotecarios, como especialistas de información que son, pueden diseñar, ejecutar y documentar estrategias de búsqueda que sean eficaces, eficientes, transparentes y reproducibles.

La mayoría de los estudiantes universitarios aprenden a utilizar cadenas de palabras clave y operadores booleanos para buscar en bases de datos bibliográficas, pero este nivel de conocimiento no es suficiente para las #RevisionesSistemáticas.

En las #RevisionesSistemáticas, los especialistas en información (#bibliotecarios) son esenciales en el diseño y la realización de estrategias eficaces y eficientes para encontrar estudios potencialmente relevantes. 

Metodólogo

Los metodólogos son importantes artífices de las RS, ya que pueden ayudar a establecer los criterios de inclusión de los estudios, los métodos de evaluación de los riesgos de sesgo y los planes de extracción, análisis y síntesis de los datos.

Estadístico experto en metaanálisis

La estadística y el metaanálisis deben utilizarse para analizar y sintetizar los resultados cuantitativos siempre que sea posible, por lo que la experiencia en esta área es importante en el diseño de las revisiones sistemáticas. Los metaanalistas pueden ayudar a diseñar formularios de extracción y codificación de datos para facilitar el análisis y la síntesis. 

Podemos concluir que las revisiones sistemáticas no deben realizarse como proyectos individuales.

Podemos concluir que las #RevisionesSistemáticas no deben realizarse como proyectos individuales. Es necesario la formación de un equipo que incluya expertos en la materia, #bibliotecario, metodólogo y estadístico.

 

BIBLOGRAFÍA

Littell, J. H., Valentine, J. C., & Pigott, T. D. Unit 1: Introduction. In J. C. Valentine, J. H. Littell, & S. Young (Eds.), Systematic reviews and meta-analysis: A Campbell Collaboration online course. Open Learning Initiative, 2022. Disponible en: https://oli.cmu.edu/courses/systematic-reviews-and-meta-analysis/

Puljak L. If there is only one author or only one database was searched, a study should not be called a systematic review. J Clin Epidemiol. 2017 Nov;91:4-5. doi: 10.1016/j.jclinepi.2017.08.002. PMID: 28823649.

Pacheco RL, Riera R, Santos GM, Martins Sá KM, Peres Bomfim LG, da Silva GR, de Oliveira FR, Martimbianco ALC. Many systematic reviews with a single author are indexed in PubMed. J Clin Epidemiol. 2023 Jan 27:S0895-4356(23)00007-0. doi: 10.1016/j.jclinepi.2023.01.007. PMID: 36716980.

Buscemi N, Hartling L, Vandermeer B, Tjosvold L, Klassen TP. Single data extraction generated more errors than double data extraction in systematic reviews. J Clin Epidemiol. 2005;59:697-703. doi:10.1016/j.jclinepi.2005.11.010.

#AyudaBiblioteca: iniciativa de los profesionales de las bibliotecas de ciencias de la salud en España como respuesta al #COVID19

#AyudaBiblioteca es una iniciativa espontánea de colaboración de profesionales bibliotecas de ciencias de la salud en España como respuesta a la pandemia del #COVID19. Utilizando nuestro conocimiento experto en búsqueda de información de calidad, fiable y basada en evidencias científicas hacemos nuestro aporte social apoyando a sanitarios y, en general, a la sociedad.

En esta infografía interactiva te dejamos más información y cómo ponerte en contacto con nosotros.

Revisiones sistemáticas: Cómo documentar las estrategias de búsqueda en bases de datos automatizadas

Los bibliotecarios que participan en un proyecto de revisión sistemática deben redactar la parte del manuscrito que se refiere a los resultados de búsqueda. En una anterior entrada hablaba de «Cómo documentar los artículos obtenidos en búsquedas no automatizadas en la metodología de búsqueda bibliográfica» en una revisión sistemática. Hoy voy a tratar cuestiones de estilo cuando documentamos la estrategia de búsqueda en bases de datos automatizadas siguiendo el modelo propuesto por el Manual de estilo Cochrane.

Lo primero es relativo al formato de elección para las bases de datos más frecuentemente utilizadas. La Cochrane nos indica que deben escribirse con letras mayúsculas: MEDLINE, CENTRAL, OLDMEDLINE y CINAHL (no CINHAL). Otras bases de datos usan una combinación de letras minúsculas y mayúsculas, por ejemplo, Embase (no EMBASE ), PsycLIT (no PsychLIT) y PsycINFO (no PsychINFO).

Las fuentes de búsqueda se han de mencionar en el apartado de «Métodos» como «Métodos de búsqueda para la identificación de estudios» siguiendo el siguiente orden: [Cochrane Group name] Specialised Register (o Specialized Register o Trials Register), CENTRAL, MEDLINE, Embase y cualquier otra base de datos.

También se han de describir brevemente en el resumen de la revisión sistemática, por ejemplo, «Se realizaron búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, Embase, otras cinco bases de datos y tres registros de ensayos (mes y año)».

En la sección Métodos de búsqueda, se debe proporcionar la fecha de la búsqueda más reciente (día/mes/año) junto con el número de versión o versión (según corresponda) de cada base de datos. La fecha de inicio de la base de datos debe darse cuando se conozca. Los nombres de las bases de datos deben incluir la plataforma o el nombre del proveedor y los sitios web deben incluir el nombre completo y la URL.

Algunos ejemplos:

  • MEDLINE Ovid (1946 al 10 de febrero de 2015);
  • Embase Ovid (desde 1974 hasta el 9 de febrero de 2015);
  • CINAHL EBSCO (1982 a 9 de febrero de 2015);
  • PsycINFO Ovid (de 1806 a 10 de febrero de 2015);
  • LILACS (1982 a 10 de febrero de 2015);
  • Registro ISRCTN (www.isrctn.com; busqueda realizada el 10 de febrero de 2015);
  • ClinicalTrials.gov (www.clinicaltrials.gov; búsquedas realizadas el 10 de febrero de 2015).

Los términos de búsqueda serán «palabras de texto» («text words» en inglés) y términos del vocabulario indexado o controlado. El formato preferido para referirse al vocabulario controlado de la NLM utilizado para indexar artículos para MEDLINE (y PubMed ) es MeSH (no MESH).

Si mostramos los enlaces a sitios web dentro del texto copiaremos y pegaremos la URL del sitio web, pero eliminando los caracteres innecesarios del final de la URL. Por ejemplo:

https://www.researchinformation.info/news/digital-science-opens-russia-subsidiary?utm_source=adestra&utm_medium=RINewsline&utm_campaign=RI%20NL%20MAY17

Debe acortarse a:

https://www.researchinformation.info/news/digital-science-opens-russia-subsidiary

Hay que omitir el prefijo ‘http: //’ o ‘https: //’ de este campo, no omitir el ‘www.’ si está presente (aunque la dirección probablemente funcionará sin ella) y no agregar ‘www.’ si no está incluido.

Además, cuando enviemos nuestro manuscrito a publicar hay que tener en cuenta que la mayoría de las revistas siguen las guías PRISMA (Preferred Reporting Items for  Systematic Reviews and Meta-Analyses Checklist item 8) que indican que hay que publicar como apéndice del artículo la estrategia de búsqueda de, al menos, una base de datos principal de tal forma que pueda ser reproducible.

El formato puede ser similar al de este ejemplo adaptado del artículo Alejandria MM, Lansang MA, Dans LF, Mantaring JB. Intravenous immunoglobulin for treating sepsis and septic shock. Cochrane Database Syst Rev2002;(1):CD001090, doi:10.1002/14651858.CD001090:

Apéndice: “Estrategia de búsqueda: MEDLINE (OVID)

#1         immunoglobulins/

#2         immunoglobulin$.tw.

#3         ivig.tw.

#4         1 or 2 or 3

#5         sepsis/

#6         sepsis.tw.

#7         septic shock/

#8         septic shock.tw.

#9         septicemia/

#10        septicaemia.tw.

#11        septicemia.tw.

#12        5 or 6 or 7 or 8 or 9 or 10 or 11

#13        4 and 12

#14        randomised controlled trials/

#15        randomised-controlled-trial.pt.

#16        controlled-clinical-trial.pt.

#17        random allocation/

#18        double-blind method/

#19        single-blind method/

#20        14 or 15 or 16 or 17 or 18 or 19

#21        exp clinical trials/

#22        clinical-trial.pt.

#23        (clin$ adj trial$).ti,ab.

#24        ((singl$ or doubl$ or trebl$ or tripl$) adj (blind$)).ti,ab.

#25        placebos/

#26        placebo$.ti,ab.

#27        random$.ti,ab.

#28        21 or 22 or 23 or 24 or 25 or 26 or 27

#29        research design/

#30        comparative study/

#31        exp evaluation studies/

#32        follow-up studies/

#33        prospective studies/

#34        (control$ or prospective$ or volunteer$).ti,ab.

#35        30 or 31 or 32 or 33 or 34

#36        20 or 28 or 29 or 35

#37        13 and 36”

La participación de los bibliotecarios mejora de la calidad de los artículos de revisión

Acaba de publicar la revista JAMA (Rethlefsen ML, Murad MH, Livingston EH. Engaging medical librarians to improve the quality of review articles. JAMA. 2014 Sep 10;312(10):999-1000. doi: 10.1001/jama.2014.9263. PubMed PMID: 25203078.) un interesante artículo en el que recomienda la colaboración de los bibliotecarios médicos en los artículos de revisión.

Esta colaboración queda reflejada en el siguiente cuadro:

Participacion bibliotecario en revisiones

Además, recomienda que cuando se está preparando un manuscrito para su publicación, el bibliotecario debe escribir la metodología y los resultados de la búsqueda. La información básica relativa a la metodología de búsqueda debe incluirse en el manuscrito principal, mientras que la estrategia de búsqueda completa debe estar en un documento complementario. El manuscrito principal debe incluir las bases de datos y plataformas utilizados, la cobertura temporal de la búsqueda, la fecha en que la búsqueda se realizó en primer lugar, los límites o filtros de búsqueda utilizados en la estrategia de búsqueda, los métodos de actualización y las fechas realizadas asó como los calificadores del buscador. También debe indicarse si la estrategia ha tenido peer-review por otro bibliotecario. Así mismo se debe especificar si no se utilizaron límites de búsqueda.

Los bibliotecarios que ayudan en el proceso de revisión deben redactar la parte de la sección de resultados de un manuscrito que se refiere a los resultados de búsqueda. Los resultados deben incluir el número total de documentos que se encuentran antes y después de la eliminación de duplicados y el número de materiales eliminados en cada etapa del proceso de revisión. Deben incluirse diagramas de flujo que representen los materiales encontrados, incluidos o excluidos en el manuscrito.

El artículo concluye afirmando que los bibliotecarios médicos juegan un papel central en la asistencia a los médicos para acceder a la literatura médica necesaria para proporcionar cuidados a los pacientes. También pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo de la redacción de alta calidad y revisiones sistemáticas, la construcción de estrategias de búsqueda, gestión de referencias, la revisión de las referencias para la inclusión, la documentación de la metodología de búsqueda y la contribución a la redacción del manuscrito final. Tener un bibliotecario médico estrechamente implicado asegura que la revisión sea exhaustiva y su metodología reproducible. Los bibliotecarios médicos aportarán su experiencia al proceso de revisión basado en su comprensión de la literatura médica, los métodos de búsqueda y las directrices y los criterios de revisión. Su neutralidad y experiencia pueden ayudar a minimizar el sesgo en el proceso de revisión, lo que lleva a artículos de revisión más robustos e imparciales.

Volver al principio