¿Es la IA un sustituto, una amenaza o un aliado para los bibliotecarios especializados?

Hasta ahora, diseñar una estrategia de búsqueda sólida, localizar estudios relevantes y manejar cientos de referencias era un trabajo artesanal, intensivo en tiempo y dependiente por completo de la experiencia humana. Sin embargo, la integración de modelos de lenguaje generativo en los procesos de revisión sistemática está modificando de manera sustancial la fase de búsqueda y recuperación de información.

La clave está en entender qué puede hacer cada uno y cómo combinar sus fortalezas para obtener búsquedas más robustas, eficientes y reproducibles en un contexto donde la calidad de la evidencia importa más que nunca.

Tareas en las que puede intervenir la IA

La aportación de la IA no reside únicamente en la aceleración de tareas, sino en la capacidad de ampliar, diversificar y estructurar el acceso a la literatura científica, amplificando los procedimientos manuales.

  • Generación rápida y exhaustiva de términos de búsqueda. Los modelos de IA generativa son capaces de recopilar términos de miles de textos y, a partir de ahí, sugieren sinónimos, acrónimos y variantes de un mismo concepto. En otras palabras, ayudan a descubrir términos relevantes que, de otro modo, podrían pasarse por alto. Esta capacidad resulta especialmente útil en áreas emergentes o interdisciplinarias, donde la terminología aún no está normalizada y la literatura se dispersa en múltiples dominios temáticos.
  • Aumento de la sensibilidad/exhaustividad (recall) de la búsqueda. Estas herramientas son capaces de producir una primera estrategia de búsqueda con elevada sensibilidad, es decir, muy amplia, recuperando muchísimos resultados. Es verdad que luego hay que limpiarlos y depurarlos, pero esa “primera cosecha” sirve como una base sólida sobre la que seguir afinando la estrategia, añadir filtros y ajustar los términos. En este sentido, la IA funciona como un acelerador: te ayuda a arrancar rápido con un punto de partida fuerte, aunque siempre hace falta la mirada experta del bibliotecario para asegurar que todo tenga sentido y calidad.
  • Generación de búsquedas booleanas para distintas bases de datos/plataformas. Uno de los avances más visibles es la capacidad de la IA para traducir una estrategia conceptual en consultas operativas adaptadas a la sintaxis de cada proveedor: Ovid MEDLINE, Embase.com, Scopus, Web of Science, CINAHL (EBSCO, Ovid, …), PsycINFO (Proquest, EBSCO, …), entre otros. Esto incluye la aplicación correcta de campos de búsqueda, operadores de proximidad, truncamientos, tesauros controlados y peculiaridades funcionales de cada motor. Esta precisión reduce errores, evita pérdidas de sensibilidad y mejora la reproducibilidad del proceso.

Ventajas/Oportunidades del uso de la IA

  • Fase de búsqueda inicial más exhaustiva: La IA puede generar en pocos segundos un abanico enorme de términos, sinónimos y palabras clave relacionadas con un tema. Esto resulta especialmente útil cuando nos enfrentamos a un campo nuevo o del que sabemos poco: la herramienta propone conceptos que quizá no habríamos considerado y evita que la estrategia de búsqueda se quede corta.
  • Más referencias desde el principio: Las herramientas de IA suelen recuperar mucho más. Su forma de interpretar las palabras clave es más amplia que la nuestra, lo que se traduce en un volumen mayor de resultados. Luego tocará depurarlos, sí, pero arrancar con una red más grande ayuda a no dejar estudios relevantes fuera.
  • Menos tiempo perdido al adaptar estrategias entre bases de datos: Pasar una estrategia de búsqueda de MEDLINE (PubMed u OVID) a Embase.com, Scopus o WoS es un trabajo pesado, repetitivo y lleno de pequeños detalles que es fácil olvidar. La IA puede hacerlo automáticamente, respetando sintaxis, operadores booleanos y campos correctos en cada plataforma. En la práctica, esto supone menos errores y muchas horas ahorradas.
  • Orden y lógica en los términos: Además de reunir términos útiles, la IA es capaz de agruparlos por categorías o temas. No solo te dice qué palabras usar, sino que te ayuda a entender cómo se relacionan entre sí, lo que facilita estructurar la búsqueda con sentido.

Inconvenientes y retos del uso de IA en las revisiones sistemáticas

  • Mucho volumen, poca precisión: Que la IA recupere cientos o miles de referencias puede parecer una ventaja, pero tiene trampa: no distingue bien lo relevante de lo accesorio. Esto obliga a dedicar tiempo extra a revisar y descartar estudios que no encajan con la pregunta de investigación. En cambio, una estrategia elaborada por un bibliotecario suele ser más ajustada desde el principio, porque está pensada para responder a criterios concretos y no para abarcar “todo lo que pueda sonar parecido”.
  • La experiencia humana sigue siendo irremplazable: La IA propone muchos términos, sí, pero no sabe cuándo un matiz importa. Afinar la estrategia de búsqueda, elegir el descriptor correcto o decidir si un término aporta ruido o información útil sigue siendo territorio humano. Las listas generadas por la IA necesitan ser revisadas, depuradas y enriquecidas por alguien que entienda el contexto, las particularidades del tema y las implicaciones metodológicas.
  • Limitaciones de acceso a bases de datos suscritas: Hoy por hoy, la mayoría de modelos de IA no pueden entrar en bases de datos científicas de pago. Esto significa que no pueden comprobar en tiempo real qué términos están indexados, qué descriptores existen o cómo se estructura un determinado tesauro especializado.
  • No puede moverse por tesauros especializados: Al no tener acceso a bases como EMBASE, CINAHL o PsycINFO, la IA no es capaz de navegar por sus tesauros y proponer descriptores correctos. Este es un punto crítico porque las estrategias de búsqueda más sólidas combinan términos libres con términos controlados, y esa fineza todavía no está al alcance de las herramientas generativas.
  • No descarga ni extrae referencias: Otra limitación importante es que la IA no puede descargar los resultados de la búsqueda ni gestionarlos en un gestor bibliográfico. Sigue siendo necesario pasar por las plataformas originales para obtener los registros y preparar la deduplicación o el cribado.
  • Siempre necesita supervisión: El uso de IA no elimina la figura del bibliotecario experto ni del equipo de revisión. Más bien cambia su papel: deja de ser quien hace cada paso manualmente para convertirse en quien valida, corrige y toma decisiones informadas. Sin esa supervisión, la IA puede generar estrategias amplias, pero no necesariamente adecuadas.

Un modelo sinérgico: IA + bibliotecario

El futuro inmediato no pasa por elegir entre inteligencia artificial o bibliotecario especializado, sino por combinarlos teniendo en cuenta las fortalezas y limitaciones de cada uno de ellos. Cada uno aporta algo diferente y, cuando trabajan juntos, el proceso de búsqueda y revisión gana en velocidad, alcance y rigor.

¿Cuál sería el rol de la IA?
La IA es especialmente útil en las primeras fases del trabajo. Su fortaleza está en generar cantidad: propone términos, sugiere combinaciones, construye borradores de estrategias de búsqueda y automatiza tareas tediosas como adaptar consultas entre plataformas o expandir sinónimos. Es rápida y eficiente para mover grandes volúmenes de información.

¿Qué aporta el bibliotecario?
El bibliotecario, por su parte, aporta calidad. No solo afina la terminología y valida los conceptos relevantes, sino que es quien domina el uso de tesauros, entiende la lógica de indexación de cada base de datos y detecta inconsistencias que la IA no ve. Además, garantiza el rigor metodológico: sabe cuándo un término es demasiado amplio, cuándo un operador puede distorsionar la pregunta de investigación y cómo documentar correctamente una estrategia reproducible.

En resumen (recuerda las pautas RAISE) …

  • La IA debe usarse como compañera de los humanos, no como sustituta.
  • Tú eres, en última instancia, responsable de su síntesis de la evidencia, incluida la decisión de usar IA y de garantizar la adhesión a las normas legales y éticas.
  • Usa la IA siempre que no comprometas el rigor metodológico ni la integridad de la síntesis.
  • Debes de informar de forma completa y trasparente del uso de cualquier IA que emita o sugiera juicios.

¿Herramientas de IA en búsquedas para revisiones sistemáticas?

La inteligencia artificial está irrumpiendo con fuerza en la síntesis de evidencia. Un estudio reciente de la Agencia Canadiense de Medicamentos (CDA-AMC) ofrece datos interesantes que conviene conocer (Featherstone R, Walter M, MacDougall D, Morenz E, Bailey S, Butcher R, et al. Artificial Intelligence Search Tools for Evidence Synthesis: Comparative Analysis and Implementation Recommendations. Cochrane Evidence Synthesis and Methods. 2025;3(5):e70045, doi: 10.1002/cesm.70045.).

Este artículo tuvo como objetivo evaluar el potencial de herramientas de búsqueda basadas en inteligencia artificial (Lens.org, SpiderCite y Microsoft Copilot) para apoyar la síntesis de evidencia vs. métodos de búsqueda tradicionales y establecer recomendaciones de implementación bajo un enfoque “fit for purpose”, es decir, utilizar cada herramienta solo para tareas específicas donde aporten valor. Se evaluaron siete proyectos completados en la agencia, aplicando búsquedas de referencia (método tradicional) frente a búsquedas con cada herramienta de IA. Se midieron sensibilidad/recall, número necesario a leer (NNR), tiempo de búsqueda y cribado, y contribuciones únicas de cada herramienta. Además, se recogió experiencias de los especialistas en información sobre usabilidad, limitaciones y sorpresas en el uso de los tres sistemas.

Resultados

Método / HerramientaSensibilidad promedioDiferencias entre proyectos simples y complejosNNR (número necesario a leer)Tiempo de búsquedaObservaciones principales
Métodos tradicionales0.98 – 1 (casi perfecta)Consistentemente alta en todos los proyectosMás bajo que IA2.88 h en promedioEstándar de referencia, máxima fiabilidad
Lens.org0.676Simples: 0.816 Complejos: 0.6Más alto que el estándar (98 vs 83)Mayor tiempo (2.25 h, más que Copilot o SpiderCite)Mejor de las IA, pero menos eficiente; útil en búsquedas simples y de autores
SpiderCite0.23 – 0.26Similar en simples y complejosVariable (Cited by mejor que Citing)~1.25 hMuy baja sensibilidad, pero puede aportar referencias únicas en temas complejos; solo útil como complemento
Copilot0.24 (muy variable: 0–0.91 según proyecto)Simples: 0.41 Complejos: 0.15Muy variable (mejor en simples, muy alto en complejos)Más rápido (0.96 h promedio)Dependiente de la calidad de los prompts; no sustituye estrategias, útil para sugerir palabras clave

Sensibilidad = proporción de estudios relevantes efectivamente recuperados.
NNR = número necesario a leer; cuanto menor, mejor eficiencia de cribado.

Verde = mejor desempeño relativo. Amarillo = intermedio / aceptable. Rojo = débil. Naranja = muy variable según proyecto.

Discusión

  • Las herramientas de IA mostraron rendimiento variable e inconsistente, lo que implica que no pueden reemplazar las búsquedas profesionales estándar en revisiones sistemáticas.
  • Pueden generar falsa confianza en usuarios sin experiencia. Se requiere conocimiento experto en construcción de estrategias y en validación de resultados para corregir limitaciones.
  • Limitaciones del estudio: solo se evaluaron 7 proyectos y 3 herramientas, sin analizar combinaciones entre ellas

Recomendaciones de implementación

La CDA-AMC propuso un uso limitado y estratégico:

  1. Lens.org: útil para revisiones con preguntas acotadas y técnicas (como dispositivos con una función o población bien definida) o para identificar rápidamente autores vinculados a un tema o indicación clínica cuando los métodos estándar no alcanzan.
  2. SpiderCite: complemento para búsquedas de citas en proyectos complejos, siempre que se disponga de artículos semilla.
  3. Copilot (u otros LLMs): apoyo en la generación de palabras clave y términos de búsqueda, pero no para estrategias completas

Conclusión

Las tres herramientas evaluadas (Lens.org, SpiderCite, Copilot) no son adecuadas para reemplazar estrategias de búsqueda complejas en revisiones sistemáticas, debido a variabilidad en sensibilidad y precisión. Sin embargo, tienen potencial como apoyos puntuales en tareas específicas: generación de términos, búsquedas simples o de citas, y exploración preliminar. El estudio subraya la necesidad de mantener el papel central del bibliotecario/experto en información en la validación de cualquier resultado generado con IA, y de continuar monitorizando nuevas herramientas dada la rápida evolución tecnológica.

Reflexiones para quienes trabajamos en bibliotecas médicas

  • Las herramientas de IA pueden ahorrar tiempo en fases preliminares, generar ideas de términos de búsqueda, identificar autores, pero no deben utilizarse como única estrategia para revisiones sistemáticas si se espera exhaustividad.
  • Es clave entender los límites: sensibilidad menor, posible sesgo en lo que captura IA, variabilidad según prompt o según lo cerrado o amplio que sea el tema.
  • Siempre debe haber validación humana experta, verificación de resultados únicos que aparezcan en IA, comparación con lo recuperado por métodos tradicionales.

Evitar sesgos en la búsqueda bibliográfica: claves para revisiones rigurosas

La base de toda revisión sistemática y otros estudios de síntesis sólidos es una búsqueda de evidencia cuidadosamente diseñada y rigurosamente ejecutada (1). En la búsqueda bibliográfica cómo se busca, dónde se busca y quién diseña la estrategia son factores que pueden marcar una diferencia crítica en la calidad de la evidencia recopilada.

En dos entradas anteriores de este blog de título «Sesgo de publicación y sesgos relacionados» (2) y «Sesgos en la localización de estudios para una revisión sistemática» (3) ya tratamos el tema de los sesgos. Ahora veremos los principales tipos de sesgos del proceso de búsqueda y cómo minimizarlos.

¿Qué sesgos pueden aparecer?

En el proceso de búsqueda pueden surgir dos tipos principales de sesgos:

Sesgo de identificación: aparece cuando no se localizan estudios relevantes, a menudo porque la estrategia de búsqueda no es suficientemente sensible o porque no se han explorado todas las fuentes pertinentes. Este tipo de sesgo es especialmente problemático en revisiones sistemáticas que sirven de base para tomar decisiones clínicas, ya que puede comprometer la validez de los resultados.

Sesgo de diseminación (o de publicación): se produce cuando los resultados de un estudio influyen en su probabilidad de ser publicados. Por ejemplo, los estudios con resultados positivos tienen más probabilidades de publicarse, de hacerlo en inglés, con mayor rapidez o de recibir más citas. Este fenómeno puede distorsionar la percepción de la eficacia de una intervención.

¿Cómo reducir estos sesgos?

  1. Diseñar una estrategia de búsqueda rigurosa, con la colaboración de un especialista en información. Idealmente, esta estrategia debe ser revisada por pares antes de ser ejecutada (1,4-6). La participación de bibliotecarios especializados en ciencias de la salud en revisiones sistemáticas no es un añadido opcional, sino una práctica recomendada por las principales guías metodológicas (7-9) y respaldada por la evidencia científica (10-11).
  2. Utilizar múltiples bases de datos bibliográficas. Se recomienda un mínimo de dos para revisiones sistemáticas, pero también se debe justificar su elección. Según el Cochrane Handbook, el objetivo de las búsquedas es identificar todos los estudios relevantes disponibles, lo que requiere desarrollar estrategias lo más sensibles posibles, sin perder de vista la pertinencia de los resultados (7). Debemos hacer balance entre la precisión y exhaustividad pero teniendo en cuenta que el objetivo de una búsqueda para una RS es identificar todos los estudios pertinentes (maximizar la sensibilidad pero con una precisión razonable). Una de las cuestiones más complicadas es cuando dar por finalizada la búsqueda. En este equilibrio entre amplitud y relevancia, la experiencia del bibliotecario resulta fundamental.
  3. Ampliar la búsqueda más allá de las bases de datos. La inclusión de fuentes como motores de búsqueda, registros de ensayos clínicos, literatura gris, búsqueda complementaria de citas (forward y backward) y el contacto con expertos puede ser clave para identificar estudios que de otro modo pasarían desapercibidos.
  4. Incluir estudios no publicados. Dado que una parte significativa de los estudios completados no se publican (12), buscarlos activamente en registros, literatura gris o sitios web especializados contribuye a mitigar el sesgo de publicación (13).
Tipo de sesgoDescripciónEstrategias para minimizarlo
Sesgo de identificaciónNo se recuperan todos los estudios relevantes.Diseñar una estrategia exhaustiva con ayuda de un bibliotecario experto
Usar ≥2 bases de datos
Evitar el uso uso de filtros/límites
Ampliar con búsquedas complementarias
Sesgo de publicación o diseminaciónSolo se publican ciertos tipos de resultados, como los positivos.Buscar literatura gris
Consultar registros de ensayos clínicos
Contactar expertos
Incluir estudios no publicados

Un dato revelador

Greenhalgh y Peacock (14) encontraron que solo el 25% de los artículos incluidos en su revisión fueron recuperados a través de bases de datos electrónicas. El resto provino de rastrear citas, conocimiento personal, contactos o búsqueda manual.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Metzendorf MI, Featherstone RM. Ensuring quality as the basis of evidence synthesis: leveraging information specialists’ knowledge, skills, and expertise. Cochrane Database of Systematic Reviews 2018, Issue 9. Art. No.: ED000125. doi: 10.1002/14651858.ED000125.
  2. Campos-Asensio C. Sesgo de publicación y sesgos relacionados. 2023. Available from: https://bibliogetafe.com/2023/11/09/sesgo-de-publicacion-y-sesgos-relacionados/ [Last accessed: 6/23/2025].
  3. Campos-Asensio C. Sesgos en la localización de estudios para una revisión sistemática. 2021. Available from: https://bibliogetafe.com/2021/05/17/sesgos-en-la-localizacion-de-estudios-para-una-revision-sistematica/ [Last accessed: 6/23/2025].
  4. McGowan J, Sampson M. Systematic reviews need systematic searchers. JMLA 2005;93(1):74–80.
  5. Rethlefsen ML, Farrell AM, Osterhaus Trzasko LC, Brigham TJ. Librarian co‐authors correlated with higher quality reported search strategies in general internal medicine systematic reviews. Journal of Clinical Epidemiology2015;68(6):617–26. doi: 10.1016/j.jclinepi.2014.11.025
  6. McGowan J. Sampson M, Salzwedel DM, Cogo E, Foerster V, Lefebvre C. PRESS peer review of electronic search strategies: 2015 guideline statement. J Clin Epidemiol. 2016.75:40–46. doi: 10.1016/j.jclinepi.2016.01.021
  7. Lefebvre C, Manheimer E, Glanville J. Chapter 6: Searching for studies. In: Higgins JPT, Green S. (Editors). Cochrane handbook for systematic reviews of interventions version 5.1.0. Updated March 2011. Accessed July 27, 2022. https://handbook-5-1.cochrane.org/chapter_6/6_searching_for_studies.htm
  8. Aromataris E, Munn Z. Chapter 1: JBI systematic reviews. In: Aromataris E, Munn Z (Editors). In: JBI Manual for Evidence Synthesis. JBI; 2020. Accessed July 27, 2022. https://jbi-global-wiki.refined.site/space/MANUAL 
  9. Kugley S, Wade A, Thomas J, et al. Searching for studies: a guide to information retrieval for Campbell Systematic Reviews. Oslo: The Campbell Collaboration; 2017. Accessed July 27, 2022. doi: 10.4073/cmg.2016.1
  10. Rethlefsen ML, Murad MH, Livingston EH. Engaging medical librarians to improve the quality of review articles. JAMA. 2014;312(10):999-1000. doi:10.1001/jama.2014.9263
  11. Kirtley S. Increasing value and reducing waste in biomedical research: librarians are listening and are part of the answer. Lancet. 2016;387(10028):1601. doi:10.1016/S0140-6736(16)30241-0
  12. Campos-Asensio C. ¿Sabes cuantos ensayos clínicos que empiezan y llegan a terminarse nunca se publican? 2021. Disponible en: https://bibliogetafe.com/2021/04/12/sabes-cuantos-ensayos-clinicos-que-empiezan-y-llegan-a-terminarse-nunca-se-publican/ [Last accessed: 6/23/2025].
  13. Hong QN, Brunton G. Helping Trainees Understand the Strategies to Minimize Errors and Biases in Systematic Review Approaches. Educ Information. 2025;41(3):161–175; doi: 10.1177/01678329251323445.
  14. Greenhalgh, T., & Peacock, R. (2005). Effectiveness and efficiency of search methods in systematic reviews of complex evidence: Audit of primary sources. BMJ. 2005:331(7524), 1064–1065. doi: 10.1136/bmj.38636.593461.68

Los robots no vienen a reemplazarnos: los bibliotecarios podemos liderar la revolución de la inteligencia artificial

La inteligencia artificial (IA) está transformando profundamente todos los sectores, y el ámbito bibliotecario no es la excepción. Lejos de suponer una amenaza, la IA representa una oportunidad histórica para que los profesionales de la información reforcemos nuestro papel como guías y mediadores en un entorno informativo cada vez más complejo.

Tras más de 35 años buscando información científica, nunca hemos experimentado una transformación como la que nos ofrece la inteligencia artificial. Es el momento de aprovechar esta oportunidad y ser parte del cambio

Los robots no vienen a sustituirnos. Al contrario: los bibliotecarios somos hoy más relevantes que nunca, especialmente si sabemos evolucionar junto a estas herramientas. Gracias al apoyo de esta tecnología, los bibliotecarios podemos liberar tiempo para centrarnos en tareas más creativas y estratégicas, diseñando nuevas formas de compartir conocimiento y facilitando el acceso a la información. La IA proporciona a bibliotecarios y otros profesionales de la información nuevas oportunidades para mostrar nuestras habilidades y proporcionar aún más valor a los usuarios. Para ello debemos mantenernos informados sobre las últimas herramientas de IA y dominar el arte de la ingeniería de prompts. Solo así conseguiremos posicionarnos en vanguardia de la revolución de la IA.

La IA no nos reemplaza (los bibliotecarios), nos libera para pensar.

Los bibliotecarios estamos estratégicamente posicionados para destacar en esta nueva era. Dominamos el arte del algoritmo de búsqueda, que va mucho más allá de encontrar información: implica comprender las necesidades del usuario, anticipar preguntas y guiarlo a través de un océano de datos hacia fuentes fiables, pertinentes y de calidad. Esta habilidad nos permite no solo acceder a información de manera eficiente, sino también evaluar su relevancia y credibilidad, asegurando así que los usuarios reciban respuestas de alta calidad a sus consultas. Nuestra formación nos capacita para utilizar tecnologías avanzadas y estrategias de investigación que enriquecen la experiencia de aprendizaje de nuestros usuarios. También tenemos la responsabilidad de educar al público sobre cómo interactuar de forma crítica y segura con estas herramientas emergentes.

La IA puede generar una estrategia de búsqueda, sí. Pero solo nosotros sabemos si esa estrategia tiene sentido.

Los desafíos: veracidad, alfabetización, transparencia y privacidad

Uno de los principales riesgos de los grandes modelos de lenguaje es la ilusión de veracidad. Estos sistemas pueden generar textos que suenan correctos, pero que no necesariamente lo son. La IA no entiende el significado de lo que produce: simplemente predice cuál es la palabra más probable que debe aparecer a continuación.

El uso sin crítica puede llevar a la propagación de información falsa en la investigación. Por ello, es fundamental desarrollar una alfabetización en IA que permita evaluar críticamente tanto la información que proporcionan estas herramientas.

«La inteligencia artificial no reemplaza el juicio experto; sin embargo, tiene la capacidad de potenciarlo de maneras significativas y, en algunos casos, puede distorsionarlo de formas inesperadas.»

Es imprescindible mantener principios de transparencia sobre el uso de herramientas de IA y responsabilidad en la verificación de la información generada. Debemos establecer prácticas claras para citar apropiadamente el trabajo asistido por IA y garantizar que las contribuciones humanas y artificiales sean debidamente reconocidas.

La privacidad es otra preocupación importante cuando se trata del uso de IA. Los sistemas de IA dependen de grandes cantidades de datos, datos que pueden incluir información confidencial sobre los usuarios. El uso de herramientas de IA puede exponer una biblioteca a los riesgos de ciberseguridad.

Conclusión

Los bibliotecarios no seremos sustituidos por la inteligencia artificial. Seremos reemplazados, eso sí, solo si decidimos no adaptarnos. Pero si abrazamos el cambio, nos formamos y lideramos la adopción crítica de estas herramientas, podremos consolidar nuestro papel como actores clave en la revolución del conocimiento.

Si no estamos en la conversación sobre IA, otros decidirán por nosotros. La revolución ya ha comenzado. Es momento de estar al frente.

El futuro no está escrito. Y nosotros —como tantas veces— ayudaremos a su desarrollo.

Lista de verificación para ayudar al bibliotecario a decidir su participación en una revisión sistemática

Los bibliotecarios tenemos poco control sobre la terminación de los proyectos de revisiones sistemáticas. Sin embargo, dado que la mayor parte del trabajo del bibliotecario se realiza al comienzo del proyecto, el tiempo y esfuerzo invertido es con frecuencia el mismo, independientemente de que el proyecto de revisión consiga publicarse o sea abandonado. Esta situación plantea importantes reflexiones sobre la naturaleza de nuestro trabajo, ya que, a pesar de la falta de control en los resultados finales, nuestro papel es fundamental para la calidad de la revisión. Además, nuestra capacidad para colaborar con investigadores y académicos desde el inicio del proceso no solo mejora la metodología, sino que también contribuye a establecer estándares que pueden influir en el éxito del proyecto. Por lo tanto, aunque los resultados puedan variar, la dedicación y el esfuerzo que aportamos son de enorme valor y forman parte integral del proceso de investigación.

Por eso, es importante tener presente la siguiente lista de comprobación o checklist antes de comprometer nuestra participación del bibliotecario en una revisión sistemática:

  • ¿Pueden los investigadores describir claramente la pregunta de investigación?
  • ¿Han establecido los investigadores criterios de inclusión y exclusión?
  • ¿Parece que el alcance de la pregunta de investigación es manejable (no es probable que se obtengan demasiados estudios elegibles)?
  • ¿Parece que la pregunta de investigación merece la pena (no es probable que no haya o que haya muy pocos estudios elegibles)?
  • ¿Se ha preparado un protocolo?
  • ¿Conocen y planea el equipo de revisión seguir las normas de buenas prácticas?
  • ¿Está de acuerdo el equipo revisor con un enfoque de búsqueda exhaustivo (por ejemplo, búsqueda en todas las bases de datos clave, empleo de estrategias de búsqueda relativamente amplias)?
  • ¿El proceso de selección, extracción de datos y evaluación del riesgo de sesgo-calidad implicará la decisión de dos revisores de manera independiente?
  • ¿Parece el proyecto de investigación manejable para el número de miembros del equipo de revisión?
  • ¿Son realistas y viables los plazos de revisión?

Bibliografía

Campos Asensio, C. (2024). Papel estratégico del bibliotecario en las revisiones sistemáticas. CLIP De SEDIC: Revista De La Sociedad Española De Documentación E Información Científica, (90), 19–32. https://doi.org/10.47251/clip.n90.150

McKeown S, Ross-White A. Building capacity for librarian support and addressing collaboration challenges by formalizing library systematic review services. J Med Libr Assoc. 2019 Jul;107(3):411-419. doi: 10.5195/jmla.2019.443.